© Josep F. Monfort F. - jmf VOLVER A VIDEOS
No hay estudios históricos rigurosos sobre el origen del uso de los tambores en la Semana Santa de Calanda. La utilización del tambor como instrumento de celebraciones populares se relata que comenzó allá por la primavera de 1127, cuando sirvió para avisar a la población de una inminente invasión árabe. Esta tradición volvió a resurgir en 1640 como acción de gracias por lo que se ha dado en llamar el milagro de Calanda. Cuando el reloj de la Torre del Pilar inicie la cuenta de las 12, en la mañana del Viernes Santo, la hora quedará rota. El sonido de los redobles se convierte en un lenguaje expresivo. A la primera campanada de las doce del reloj de la iglesia, un estruendo enorme como de un gran trueno retumba en todo el pueblo con una fuerza aplastante. EL MILAGRO DE CALANDA. El 29 de marzo de 1640 tuvo lugar en Calanda uno de los acontecimientos más singulares en la historia de la villa: el milagro obrado por la Virgen del Pilar, entre las diez y las once de la noche, en la persona de Miguel Pellicer, quien recuperó por intervención de la Virgen la pierna que le había sido amputada dos años y cinco meses antes. El día 2 de abril, cinco días después del milagro, concrétamente el lunes Santo, D. Miguel Andreu, notario de Mazaleón, levanta acta notarial de "tan impresionante hecho". El original de esta Acta Notarial, con todo el protocolo del año 1640, se conserva en el Archivo del Ayuntamiento de Zaragoza.
Vídeo Tamborrada